Del 17 al 20 de julio, Oliva celebra una de sus fiestas más representativas: Moros y Cristianos, una conmemoración histórica declarada Fiesta de Interés Turístico Autonómico. Durante cuatro días, la ciudad ofrece una combinación de tradición, música, recreaciones y desfiles que atraen cada año a numerosos visitantes.
Una cita con la historia y la cultura local
Las fiestas comienzan el jueves 17 de julio con el pregón desde el Ayuntamiento y la tradicional Noche del Puchero, una cena popular en las càbilas donde se ofrece arroz caldoso y ambiente festivo abierto a vecinos y visitantes. Esa misma noche, tiene lugar un desfile informal con participación espontánea al ritmo del pasodoble dianero.
El fin de semana concentra los actos más emblemáticos: la Entrada Cristiana el viernes por la tarde, con un desfile que destaca por su puesta en escena; el Desembarco Moro en la playa de Oliva durante la madrugada del sábado, seguido de una representación simbólica de la conquista; y la espectacular Entrada Mora, que recorre el centro urbano al atardecer.
Las fiestas concluyen el domingo con el desfile infantil y la batalla final por la reconquista del castillo, un acto simbólico que pone fin a la celebración con fuegos de arcabucería y pirotecnia.
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